Oveja: ¡intégrate al grupo!

La Iglesia es la gran familia de Dios en la tierra. El Pastor bondadoso quiere que, en su enorme conjunto de creyentes esparcidos por el mundo, no haya ninguna oveja aislada o separada del resto.

DEVOCIONALES

Hno. Juan Carlos Moros

4/5/20253 min read

"Cuidémonos mutuamente para motivarnos al cariño y a las acciones nobles. No abandonemos el reunirnos, como algunos tienen por costumbre, sino alentémonos unos a otros, especialmente ahora que percibimos que ese día está más cerca".
Hebreos 10:24-25

La Iglesia es la gran familia de Dios en la tierra. El Pastor bondadoso quiere que, en su enorme conjunto de creyentes esparcidos por el mundo, no haya ninguna oveja aislada o separada del resto. Lamentablemente, con el paso del tiempo ha aumentado el número de personas sin comunidad eclesial, afectando a muchos que enfrentaron desilusiones o problemas en ella. Aun así, es esencial estar conectado a una iglesia local para que, como hijo de Dios, puedas ofrecer y recibir apoyo para amar y servir al Señor.

El pasaje de hoy lo deja muy claro: no debemos dejar de congregarnos como algunos lo hacen. No hay forma de ser parte del rebaño sin estar unidos entre nosotros. La unión en el cuerpo de Cristo es parte del propósito de Dios para su Iglesia en este mundo. Por eso, si eres oveja, es decir, si confías en la Palabra de Dios que afirma que has renacido y anhelas crecer en la fe, el amor y el entendimiento de Dios, es imprescindible que te unas al pueblo de Dios con urgencia.

¡Incorpórate hoy al "rebaño" de Dios!

Si aún no perteneces a una iglesia:
  1. Ora y pide al Señor que te revele y dirija hacia una comunidad evangélica adecuada y fiel a las Escrituras.

  2. ¡Es vital que participes activamente en la iglesia! Si solo sigues sermones o predicadores en línea, eso no te hace parte de ella. No te limites a escuchar: ¡vive lo que aprendes!

  3. Vale la pena estar en familia. Sin embargo, no somos perfectos: ten en cuenta que en toda iglesia local pueden surgir conflictos o incomodidades. Somos humanos y dependemos de la gracia de Jesús.

  4. Pide a Dios que te ayude a mantener tu fe sólida en su Palabra, incluso en medio de las dificultades.

Si te alejaste del rebaño:
  1. Si has vagado entre la multitud y extrañas al buen Pastor, hoy es el momento de volver al redil.

  2. Si experimentaste desengaños en la iglesia, ¡perdona y retorna! Recuerda que las iglesias están formadas por personas imperfectas como tú y como yo, y que todos estamos siendo transformados por Jesús.

  3. Si por alguna razón seria de tu pasado sientes que no puedes regresar a ese grupo en particular, ora y busca con la guía de Dios otra comunidad donde puedas encontrar paz con los hermanos, arraigarte y dar fruto.

Si ya formas parte del rebaño de Dios:
  1. Sé una oveja agradecida y comprometida. Participa más a menudo, sé puntual y comparte con otros hermanos, inspirándolos en la fe y en el amor de Cristo.

  2. Ten en mente que una oveja solitaria es presa fácil para los peligros.

  3. Dedica tiempo a conocer más a Dios, fortalécete en Él mediante la lectura, la predicación y el estudio de la Biblia junto a otros creyentes. ¡Nos necesitamos mutuamente!

  4. Si sabes de alguien que se ha distanciado de la congregación, encuéntralo, ora por esa persona y motívala a regresar a la comunión en la casa del Padre.


Oremos Juntos:

Señor, únenos como un solo rebaño y un cuerpo en Cristo. Fortalece a tu Iglesia para que crezca en amor y unidad, para que el mundo vea que tú enviaste a Jesús. Ayúdame a ser un miembro activo y a no esperar siempre algo de los demás. Reúne a las ovejas que están lejos de tu pueblo y restaura sus heridas. Capacita a tu pueblo para interesarse más, amar con mayor profundidad, servir mejor y consagrarse plenamente, haciendo todo según tu voluntad. Que en cada iglesia local tu rebaño sea edificado en la fe con más oración, aliento, perdón, un buen uso de los recursos y amor, para que crezcamos en armonía como familia de la fe. Amén.

por: Ministerio Vida