Las bondades de Dios se renuevan cada día

¿Alguna vez te has detenido a pensar qué sería de nosotros sin la misericordia de Dios? Sin duda, nuestro destino estaría marcado por la destrucción y la separación eterna de Él.

DEVOCIONALES

Hno. Juan Carlos Moros

3/29/20252 min read

“El gran amor del Señor nunca se acaba, y su compasión jamás se agota. Cada mañana se renuevan sus bondades; ¡muy grande es su fidelidad!”

Lamentaciones 3:22-23

¿Alguna vez te has detenido a pensar qué sería de nosotros sin la misericordia de Dios? Sin duda, nuestro destino estaría marcado por la destrucción y la separación eterna de Él. Pero su amor inmenso es el que nos sostiene, la razón por la que no somos consumidos.

Cada nuevo amanecer trae consigo la renovación de las misericordias del Señor. Es por su gran amor que hoy respiramos, que tenemos vida y esperanza. Tómate un momento para agradecerle por este día y confía plenamente en su fidelidad inquebrantable.

No hay mejor manera de empezar el día que con un corazón agradecido ante Dios. Cuando llenamos nuestra alma de gratitud y alabanza, reconocemos todo lo que Él ha hecho por nosotros: su cuidado, su protección, su presencia. La gratitud no solo nos conecta con Él, sino que transforma nuestra forma de ver la vida.

Reconocer su bondad es una forma de alabarle, y dar gracias es una ofrenda que agrada su corazón. Dios anhela tener una relación cercana con nosotros, y cada día nos da una nueva oportunidad para acercarnos a Él.

Comienza bien tu día
  • Al abrir los ojos, haz una breve oración: agradece a Dios por el descanso de la noche y por la bendición de despertar a un nuevo día lleno de posibilidades.

  • Mientras tomas tu café o desayunas, dedica unos minutos a leer un pasaje de la Biblia que alimente tu espíritu.

  • Al iniciar tus tareas, deja que una alabanza suene de fondo; únete a ella con tu voz o tu corazón, convirtiendo ese momento en un acto de adoración.

Oremos Juntos:

“Señor Dios, gracias por el regalo de este nuevo día. Qué privilegio es entrar en tu presencia y hablar contigo. Sé que me escuchas, que me amas, y por eso mi corazón te alaba. Ayúdame a vivir hoy confiando en tu fidelidad. Amén.”

por: Ministerio Vida