La Novia de Cristo: Preparada para el Encuentro

En Apocalipsis, la iglesia es descrita como una novia radiante, lista para unirse a su esposo, Jesús. Esta imagen, en Apocalipsis 19:7-9, nos muestra el amor eterno de Cristo por su pueblo.

Desde los días de la iglesia primitiva, los creyentes han vivido con la esperanza de este encuentro glorioso. Jesús prepara a su iglesia para ese día, vistiéndola con pureza y santidad. ¿Cómo podemos vivir hoy como una novia que espera con gozo a su Salvador?

“¡Han llegado las bodas del Cordero, y su esposa se ha preparado!” Apocalipsis 19:7. Esta visión de las bodas del Cordero es una de las más hermosas de la Biblia. La iglesia, como novia de Cristo, es llamada a llevar una “túnica de lino fino”, que representa “las acciones justas de los santos” Apocalipsis 19:8.

Esta pureza no viene de nosotros, sino de la sangre de Jesús, que nos limpia de todo pecado 1 Juan 1:7. La iglesia primitiva vivía con esta expectativa: los primeros cristianos sabían que Cristo podía volver en cualquier momento, y eso los motivaba a vivir con amor y obediencia.

Por ejemplo, en Hechos 2:44-45, los creyentes compartían todo, reflejando el amor sacrificial de Cristo. En sus reuniones, oraban, adoraban y se animaban mutuamente, preparándose para el regreso de su Señor.

Hoy, Jesús nos llama a vivir de la misma manera. Prepararnos como su novia significa vivir en santidad: decir “no” a la tentación, perdonar a quienes nos hieren y amar al prójimo como a nosotros mismos. Cada acto de bondad, como ayudar a un vecino o consolar a un amigo, es una puntada en esa túnica blanca.

Cristo no nos deja solos en este proceso. Como un esposo amoroso, nos da su Espíritu Santo para guiarnos. Cuando fallamos, nos ofrece perdón y nos anima a seguir adelante. Por ejemplo, si nos distraemos con las preocupaciones del mundo,  

La iglesia primitiva nos enseña que la preparación no es solo personal, sino comunitaria. Reunirnos con otros creyentes, compartir la Palabra y orar juntos nos fortalece para el gran día.

Apocalipsis nos asegura que la espera valdrá la pena. Las bodas del Cordero serán un momento de gozo eterno, cuando la iglesia se una a Cristo para siempre. Vivir con esta esperanza transforma nuestra vida diaria, dándonos propósito y alegría.

Como la novia de Cristo, la iglesia está llamada a vivir con santidad y esperanza. Pregúntate: ¿Estoy preparándome para encontrarme con Jesús?.

Deja que su amor te guíe a vivir una vida que lo honre, en tus palabras, acciones y decisiones. Porque un día, lo veremos cara a cara, y su amor nos envolverá para siempre. Vive como una novia que espera con gozo a su Salvador.

Cita bíblica: “¡Alegrémonos y regocijémonos, y démosle gloria! Porque han llegado las bodas del Cordero, y su esposa se ha preparado” Apocalipsis 19:7.

por: Lcdo. Juan Carlos Moros