La Iglesia de los Últimos Tiempos: Un Remanente Fiel en un Mundo en Crisis

En un mundo sacudido por guerras, crisis climáticas, avances tecnológicos descontrolados y un creciente relativismo moral, la iglesia de los últimos tiempos enfrenta un desafío sin precedentes. Las Escrituras nos advierten que los días finales estarán marcados por la apostasía, pero también por la valentía de un remanente que se mantendrá fiel a Cristo. ¿Cómo será esta iglesia y cómo podemos prepararnos para ser parte de ella?

La Apostasía: Un Signo de los Tiempos

El apóstol Pablo, en 2 Tesalonicenses 2:3, escribe: "Que nadie os engañe en ninguna manera; porque no vendrá sin que antes venga la apostasía, y se manifieste el hombre de pecado, el hijo de perdición". Esta apostasía no es un evento aislado, sino un abandono progresivo de la fe verdadera. En la actualidad, vemos indicios de esto en iglesias que, presionadas por la cultura secular, han diluido doctrinas fundamentales, como la autoridad de la Biblia, la exclusividad de Cristo como Salvador o los principios morales establecidos por Dios. Por ejemplo, debates sobre la redefinición del matrimonio o la aceptación de prácticas contrarias a las Escrituras reflejan esta tendencia.

Además, en 2 Timoteo 4:3-4, Pablo advierte: "Porque vendrá tiempo cuando no sufrirán la sana doctrina, sino que teniendo comezón de oír, se amontonarán maestros conforme a sus propias concupiscencias, y apartarán de la verdad el oído y se volverán a las fábulas". Este pasaje describe un escenario donde las personas prefieren mensajes que complazcan sus deseos en lugar de la verdad. En un mundo dominado por redes sociales y narrativas personalizadas, la iglesia enfrenta el reto de proclamar un evangelio sin compromisos.

La Iglesia Fiel: Pequeña pero Poderosa

A pesar de la apostasía, la Biblia promete que un remanente permanecerá fiel. En Apocalipsis 3:7-8, Jesús alaba a la iglesia de Filadelfia: "He aquí, yo he puesto delante de ti una puerta abierta, la cual nadie puede cerrar; porque aunque tienes poca fuerza, has guardado mi palabra, y no has negado mi nombre". Esta iglesia no se distingue por su tamaño o influencia, sino por su fidelidad. En los últimos tiempos, la iglesia verdadera podría no ser la más visible en los medios o la más numerosa, sino un grupo de creyentes comprometidos que se aferran a la verdad en medio de la oposición.

Un ejemplo histórico de este remanente es la iglesia primitiva, que, a pesar de la persecución romana, creció exponencialmente al vivir con autenticidad y amor. Hoy, en regiones como el Medio Oriente, donde los cristianos enfrentan hostilidad, vemos iglesias pequeñas que mantienen su testimonio con valentía, inspirando a creyentes en todo el mundo.

El Costo de la Fidelidad

La fidelidad en los últimos tiempos tendrá un precio. Jesús, en Mateo 24:9-10, advierte: "Entonces os entregarán a tribulación, y os matarán, y seréis aborrecidos de todas las gentes por causa de mi nombre. Y muchos tropezarán entonces, y se entregarán unos a otros, y unos a otros se aborrecerán". La persecución no solo vendrá de gobiernos o sistemas opresivos, sino también de divisiones internas, donde incluso familiares o amigos podrían traicionar a los creyentes. En la actualidad, informes de organizaciones como Puertas Abiertas muestran que más de 365 millones de cristianos enfrentan persecución severa, un número que podría aumentar en los últimos días.

Sin embargo, la Biblia también ofrece esperanza en Apocalipsis 12:11, se dice de los creyentes: "Y ellos le han vencido por medio de la sangre del Cordero y de la palabra del testimonio de ellos, y menospreciaron sus vidas hasta la muerte". Este pasaje destaca tres armas clave: la redención de Cristo, el testimonio personal y la disposición al sacrificio. La iglesia de los últimos tiempos será un cuerpo de creyentes que, como los mártires de la historia, estén dispuestos a darlo todo por su fe.

Un Llamado a la Preparación

La iglesia de los últimos tiempos no será una organización pasiva, sino una comunidad activa que se prepara espiritualmente. Esto implica un retorno a la oración ferviente, al estudio profundo de la Palabra y a una vida de santidad. En 1 Pedro 4:7, se nos exhorta: "Mas el fin de todas las cosas se acerca; sed, pues, sobrios, y velad en oración". La oración será el sustento de la iglesia en tiempos de prueba, fortaleciendo a los creyentes para resistir la tentación y el engaño.

La iglesia de los últimos tiempos será un faro de esperanza en un mundo en tinieblas, pero su fuerza no radica en números o recursos, sino en su compromiso con Cristo.

Hoy, Dios nos llama a ser parte de este remanente fiel. ¿Estás dispuesto a guardar Su Palabra y no negar Su nombre, incluso cuando el mundo te presione a comprometer tu fe? Jesús promete en Apocalipsis 3:10: "Por cuanto has guardado la palabra de mi paciencia, yo también te guardaré de la hora de la prueba que ha de venir sobre el mundo entero".

Acepta el llamado, arrepiéntete de cualquier tibieza espiritual y comprométete a vivir para Cristo.

¡El tiempo es ahora!

Que tu vida sea un testimonio que prepare el camino para Su venida.

Por: Lcdo. Juan Carlos Moros