La Gran Apostasía: ¿Estamos Viviendo los Últimos Tiempos?

Este artículo examina cómo la apostasía se manifiesta en la iglesia contemporánea, el papel de las corrientes filosóficas cristianas en esta desviación y cómo los creyentes pueden prepararse para los últimos tiempos.

REFLEXIONES

Lcdo. Juan Carlos Moros

5/23/20254 min read

“No vendrá sin que antes venga la apostasía, y se manifieste el hombre de pecado”

2 Tesalonicenses 2:3.

La Biblia predice un abandono masivo de la fe verdadera antes del regreso de Cristo, y hoy vemos señales de esta gran apostasía en iglesias que se alejan de la doctrina bíblica y en movimientos que mezclan la fe con filosofías humanas.

Este artículo examina cómo la apostasía se manifiesta en la iglesia contemporánea, el papel de las corrientes filosóficas cristianas en esta desviación y cómo los creyentes pueden prepararse para los últimos tiempos.

  • Señales de apostasía


    La apostasía se manifiesta en iglesias que rechazan la autoridad de las Escrituras, promueven el sincretismo o aprueban estilos de vida contrarios a la Biblia. Por ejemplo, algunas denominaciones han abrazado enseñanzas que relativizan la verdad, afirmando que “todas las religiones conducen a Dios”.

    Esto contradice a Jesús: “Yo soy el camino, y la verdad, y la vida; nadie viene al Padre, sino por mí” Juan 14:6. Además, iglesias que ignoran pasajes como 1 Corintios 6:9-11 o Gálatas 5:19-21, que enumeran pecados que excluyen del reino, caen en la apostasía advertida por Judas 1:4.

  • Movimientos ecuménicos extremos


    Algunos movimientos ecuménicos buscan unir a todas las religiones bajo un mensaje de “paz” universal, sacrificando verdades fundamentales. Estas iniciativas a menudo diluyen la exclusividad de Cristo, promoviendo un “evangelio” que no salva.

    Pablo advirtió: “Si alguno os predica diferente evangelio del que habéis recibido, sea anatema” Gálatas 1:8. Este sincretismo es una forma de apostasía que prepara el escenario para los engaños de los últimos tiempos Mateo 24:24.

  • Corrientes filosóficas cristiana y fe diluida


    Ciertos líderes cristianos contribuyen a la apostasía al enfatizar el bienestar emocional sobre la transformación espiritual. Terapias que promueven la autoaceptación sin confrontar el pecado o que reemplazan la oración con técnicas seculares que a la larga debilitan la fe y la  relación con Dios.

    Por ejemplo, algunos enfoques animan a los creyentes a “seguir su corazón”, ignorando lo que die Jeremías 17:9: “Engañoso es el corazón más que todas las cosas”. En lugar de guiar a los creyentes hacia la santificación 2 Corintios 3:18, estas ideas los anclan en el ego, alejándolos de Dios.

  • Contexto de los últimos tiempos


    Las señales de apostasía coinciden con otras profecías de los últimos tiempos, como el aumento de falsos profetas y la persecución de los fieles Mateo 24:11-12.

    Iglesias que se conforman al mundo, en lugar de transformarlo, cumplen la advertencia de Jesús: “Porque el amor de muchos se enfriará” Mateo 24:12. Los creyentes deben estar alerta, ya que la apostasía no solo es un evento futuro, sino una realidad presente que requiere discernimiento espiritual.

  • Preparación espiritual


    Para resistir la apostasía, los creyentes deben estudiar la Palabra con diligencia: “Escudriñad las Escrituras; porque a vosotros os parece que en ellas tenéis la vida eterna” Juan 5:39. También deben orar por fortaleza, como pide Efesios 6:18, y unirse a iglesias que prediquen el evangelio puro.

    La armadura de Dios, descrita en Efesios 6:11-17, es esencial para enfrentar los engaños de los últimos tiempos. Además, los creyentes deben vivir en santidad, recordando que “el que persevere hasta el fin, este será salvo” Mateo 24:13.

La gran apostasía, advertida en 2 Tesalonicenses 2:3, es una realidad palpable que desafía a la iglesia contemporánea, infiltrándose a través de enseñanzas que diluyen la verdad y filosofías humanas que desvían el corazón de Cristo.

Sin embargo, en medio de esta oscuridad, los creyentes estamos llamados a brillar “como luminares en el mundo” Filipenses 2:15, reflejando la luz de nuestro Señor Jesucristo, quien murió en la cruz para redimir nuestros pecados y resucitó para darnos vida eterna (Romanos 5:8; 1 Corintios 15:3-4).

Esta crisis es una oportunidad para que la iglesia se levante con valentía, anclada en la verdad inmutable de las Escrituras y fortalecida por el Espíritu Santo, resistiendo las corrientes que buscan apartarnos de la fe Efesios 6:11-13.

Busquemos iglesias que proclamen con fervor el evangelio de salvación, reconociendo a Jesucristo como nuestro Señor y Salvador, el único camino al Padre Juan 14:6.

Estas comunidades deben predicar el arrepentimiento, la santidad y la esperanza de la redención, guiando a los creyentes a vivir vidas transformadas por la gracia de Dios Romanos 12:2.

Oremos con fervor, como nos exhorta Apocalipsis 22:20: “Amén; sí, ven, Señor Jesús”, anhelando Su regreso mientras vivimos con fidelidad, estudiando la Palabra 2 Timoteo 2:15 y dependiendo del Espíritu para discernir los engaños de los últimos tiempos 1 Juan 4:1.

Que nuestra vida sea un testimonio de esperanza, preparándonos para el día en que nuestro Redentor regrese en gloria, y que permanezcamos firmes, “hasta que él venga” 1 Corintios 11:26.

por: Lcdo. Juan Carlos Moros