Jesús, Compañero de los Hogares

"Jesús tenía un cariño especial por Marta, su hermana y Lázaro".
Juan 11:5

¡Jesús quiere a los hogares! ¡Le importa cada persona que forma parte de tu familia y desea que tu casa esté siempre lista para acogerlo con afecto! El Señor anhela formar parte de nuestras vidas, que lo recibamos con alegría, gratitud y devoción.

El versículo de hoy nos muestra que Jesús sentía aprecio por una pequeña familia de Betania formada por tres hermanos: Marta, María y Lázaro. Estos hermanos atendían a Jesús y a sus seguidores con generosidad y calidez cada vez que visitaban esa región, abriéndoles las puertas de su casa con afecto. Marta destacaba por su dedicación al servicio, María por su fervor en la alabanza y Lázaro por su atención constante.

Cuando esta familia enfrentó una tragedia con la enfermedad y la muerte de Lázaro, Jesús se acercó a ellos. Consoló el dolor de las hermanas y realizó algo que parecía imposible para los hombres: ¡le dio nueva vida a Lázaro! Y de la misma manera puede obrar en tu familia.

Jesús es la resurrección y la esperanza; él puede revitalizar un matrimonio desgastado, liberar a quienes están presos de vicios, reparar lazos quebrados, sanar heridas del corazón y aligerar las cargas que parecen insoportables. Confía en el Señor, ¡aún hay esperanza!

Jesús valora a tu familia

Abre las puertas de tu hogar a Cristo. La familia fue diseñada por Dios desde el comienzo de la creación. Es el lugar donde nacen el amor, la fe, la unión y la entrega que Cristo desea cultivar en quienes le pertenecen.
No dejes de interceder por tu familia. Ora junto a ellos y busca al Señor, pidiéndole por aquellos que están distantes de su camino.
Dios tiene poder para todo. Él no ha renunciado a tu familia. Sin importar cuán complicada sea la situación, deposítalo todo en sus manos fuertes.
Inculca principios bíblicos en tu hogar. Comparte la Biblia con tu familia, reflexionen juntos, entonen cánticos de alabanza y oren unidos. Estas acciones darán frutos espirituales en la vida de cada uno.

Oremos Juntos:

Padre Celestial, es increíble saber que tú cuidas de cada integrante de la familia, de todos los seres queridos que nos rodean. Gracias, Jesús, por velar por todos —padres, hijos, esposos, hermanos, abuelos, nietos, tíos— con tu bondad y amor.

Restaura las relaciones dañadas, renueva los corazones lastimados, libera a los que están atrapados y rescata a quienes se han alejado de ti. Acércate a cada uno y socórrenos en nuestras necesidades, Padre bondadoso.
Que tu Palabra nos conduzca a tu presencia y que siempre haya un espacio para ti en nuestro hogar y en el corazón de todos.

¡Permanece con nosotros, Señor, y haz lo que solo tú puedes hacer! ¡Confiamos en tu amor y tu poder!
¡En el nombre de Jesús oramos y te damos gracias! Amén.

por: Ministeio Vida