El Fuego de los Tiempos, el Conflicto entre Irán e Israel y el Llamado a la Iglesia

“Oiréis de guerras y rumores de guerras; mirad que no os turbéis, porque es necesario que todo esto acontezca; pero aún no es el fin” Mateo 24:6, RVR1960.

REFLEXIONES

Lcdo. Juan Carlos Moros

6/24/20255 min read

En el corazón del Medio Oriente, donde la arena guarda ecos de profecías milenarias, el año 2025 ha desatado un torbellino de fuego y acero. El conflicto entre Irán e Israel, larvado durante décadas, ha estallado con una intensidad que sacude al mundo.

Los cielos se llenan de misiles, las ciudades tiemblan bajo el rugido de las explosiones, y la humanidad contiene el aliento mientras los tambores de guerra resuenan.

En este escenario, la intervención de Estados Unidos ha añadido una dimensión global a la contienda, mientras los cristianos de todo el mundo alzan los ojos hacia las Escrituras, buscando en ellas respuestas a un tiempo que parece acercarse al umbral de los dolores de parto profetizados por Jesús.

Raíces de un Conflicto Antiguo

El enfrentamiento entre Irán e Israel no es solo un choque de naciones modernas; sus raíces se hunden en la historia y la fe. Desde la Revolución Islámica de 1979, liderada por el ayatolá Jomeini, Irán adoptó una postura antiisraelí, abrazando la causa palestina y apoyando a grupos como Hamás y Hezbolá, considerados por Israel como amenazas existenciales.

Israel, por su parte, ha respondido con operaciones encubiertas y ataques directos, como los bombardeos de 2025 contra instalaciones nucleares iraníes en Fordow, Natanz e Isfahán, respaldados por la potencia militar de Estados Unidos.

El 7 de octubre de 2023 marcó un punto de inflexión: los ataques de Hamás contra Israel, que dejaron 1.200 muertos, desencadenaron una respuesta militar devastadora en Gaza y una escalada contra los aliados de Irán en la región.

Desde entonces, la “guerra en la sombra” entre Irán e Israel se transformó en un conflicto abierto, con misiles cruzando los cielos y bajas significativas, como la muerte de altos comandantes de la Guardia Revolucionaria iraní.

Estados Unidos, bajo el liderazgo de Donald Trump, intervino con bombardeos estratégicos, justificándolos como una medida para neutralizar la amenaza nuclear iraní.

Los Dolores de Parto y las Profecías Bíblicas

Para los creyentes, este conflicto no es solo geopolítico; resuena con las profecías bíblicas que describen los “dolores de parto” previos al fin de los tiempos. En Mateo 24:6-8, Jesús advirtió: “Se levantará nación contra nación, y reino contra reino; y habrá pestes, hambres y terremotos en diferentes lugares. Todo esto será principio de dolores.” Los intérpretes cristianos ven en la escalada actual un eco de estas palabras, un preludio de la Gran Tribulación.

El libro de Ezequiel 38 es particularmente relevante. Describe una coalición liderada por “Gog, de la tierra de Magog”, que ataca a Israel, con Persia (el actual Irán) como uno de sus aliados.

He aquí que yo quiebro el arco de Elam, la parte principal de su fortaleza,” dice Jeremías 49:35, refiriéndose a una región del antiguo Irán. Algunos teólogos ven en los eventos actuales el cumplimiento de estas profecías, mientras otros advierten que podrían ser metáforas o referirse a conflictos históricos ya resueltos.

Sin embargo, la mención del río Éufrates en Apocalipsis 9:13-16, cercano a la región en conflicto, alimenta la especulación sobre una guerra catastrófica que podría marcar el inicio del fin.

Los “dolores de parto mesiánicos” también resuenan en las interpretaciones judías y cristianas evangélicas. Para algunos, el ataque de Hamás en 2023 y la respuesta israelí en Gaza son el preludio de la guerra de Gog y Magog, que antecede la llegada del Mesías.

Los cristianos evangélicos, ven estos eventos como señales de la Segunda Venida de Cristo, un momento de redención precedido por sufrimiento y agitación.

La Intervención de Estados Unidos: ¿Un Catalizador Profético?

La entrada de Estados Unidos en el conflicto, con bombardeos a instalaciones nucleares iraníes, ha cambiado la dinámica regional.

Donald Trump, en un tono triunfalista, afirmó que las acciones estadounidenses han destruido la capacidad nuclear de Irán, mientras el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, celebró la operación como un golpe decisivo contra una amenaza existencial.

Sin embargo, Irán ha prometido represalias, y el viceministro de Relaciones Exteriores iraní advirtió que la intervención estadounidense podría desatar “un infierno en toda la región.”

Desde una perspectiva bíblica, la participación de una potencia global como Estados Unidos podría alinearse con las profecías sobre grandes naciones involucradas en los conflictos finales.

En Daniel 11, se habla de un rey del norte” y un “rey del sur que luchan en el tiempo del fin, con Jerusalén como eje. Aunque las interpretaciones varían, algunos ven a Estados Unidos como un actor clave en este escenario, ya sea como aliado de Israel o como parte de un conflicto mayor que reconfigura el poder en el Medio Oriente.

Un Llamado a la Iglesia Cristiana

En medio de este torbellino, la iglesia cristiana enfrenta un desafío espiritual urgente. Las Escrituras no solo predicen guerras, sino que llaman a los creyentes a ser luz en la oscuridad.

El que siga firme hasta el fin será salvo,” promete Mateo 24:13. La iglesia no puede permanecer pasiva mientras el mundo se tambalea al borde del abismo. Es hora de despertar, de salir a las calles, a los hogares, a las naciones, y proclamar el evangelio de Jesucristo con audacia.

El llamado de Cristo es claro: Id por todo el mundo y predicad el evangelio a toda criatura Marcos 16:15. En estos tiempos de incertidumbre, la iglesia debe ser un faro de esperanza, no de temor.

Debe recordar que, aunque las profecías hablen de tribulación, también prometen la victoria final de Cristo: Yo he vencido al mundo Juan 16:33. La iglesia debe orar por la paz, pero también prepararse para los tiempos finales, fortaleciendo su fe y guiando a otros hacia la redención.

El Umbral de los Tiempos

El conflicto entre Irán e Israel, con la intervención de Estados Unidos, no es solo un evento geopolítico; es un recordatorio de que vivimos en tiempos proféticos.

Las Escrituras nos advierten que los dolores de parto marcarán el camino hacia la Segunda Venida de Cristo, pero también nos exhortan a permanecer firmes.

La iglesia cristiana está llamada a ser la voz de Cristo en un mundo que clama por respuestas, a defender su mensaje de amor, arrepentimiento y salvación.

Que este fuego en el Medio Oriente no nos paralice, sino que nos impulse a actuar.

Que la iglesia se levante, unida, para cumplir el mandato de nuestro Señor Jesucristo, sabiendo que, aunque los cielos rugan y las naciones tiemblan, el Rey de reyes está a las puertas.

Cuando veáis todas estas cosas, conoced que está cerca, a las puertas Mateo 24:33.

por: Lcdo. Juan Carlos Moros